Friday, February 20, 2009

MUERTE DE UNA MUSA

Al entrar la madrugada
ruedan en silencio
las lágrimas de la musa

Sus manos palpan el hueco
que le ha dejado entre sus pechos
aquel último poema
cuando sus cabellos
eran aún fuego
quemando el viento.

Se le desangra el azul...
remojándole los pies entumecidos,
anclados en la arcilla de su soledad.

La musa sedienta
de falos,
de labios,
de olores.

Encerrada
en el ataud de sus memorias
donde sus gritos callan
el dolor de su carne

Y en donde su alma
se evapora en pena
por la ausencia de palabras
hechas música,
y música transformada
en galope de ilusiones.

La musa
muere en vida,
Lentamente.

Sola.

Sin ser amada.

December 2008.

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